Bitcoin supera los 122,000$: Una trayectoria sin límites hacia nuevos máximos

Si en 2018 le hubieras preguntado a cualquiera qué pasaría cuando Bitcoin alcanzara los 100,000$, probablemente te habría respondido que el mundo explotaría o que a estas alturas estaríamos todos tomando cócteles en nuestros áticos digitales. Spoiler: Nada de eso ocurrió. Lo que sucedió es mucho más interesante, porque el mundo siguió girando y Bitcoin siguió adelante, con rabietas y fiestas a partes iguales. Si quieres conocer la verdadera historia, tienes que alejarte de los titulares y trazar un camino a través de todo el ruido, los cambios de humor y el tipo de comportamiento de los precios que hacen que el trader medio quiera tumbarse en una habitación a oscuras. Así es como ocurrió realmente, sin evangelismo cripto ni pánico, solo el lento drama de los mercados siendo mercados.

Diciembre de 2024: El hito de los 100,000$

Hay algo curioso en una cifra como 100,000$. Es tan grande, tan obviamente redondo, que convierte a los adultos en místicos y maestros de los memes por igual. Así que, a medida que Bitcoin se acercaba a esas 6 cifras, el sector, como era de esperar, perdió el rumbo. De repente, todos los influencers se convirtieron en sabios, todos los primos tenían un precio objetivo y todo se sintió muy distante a un mercado, y más como una sesión de terapia de grupo muy cara.

Pero esta es la realidad: A Bitcoin no le importó. Ya había pasado la mayor parte de 2024 ganando impulso, con ese halving en abril que silenciosamente acotó el nuevo suministro, y las elecciones estadounidenses ofreciendo el tipo de drama político que hace que incluso los que "solo compran oro" se interesen. Trump gana, el mercado sonríe y, de repente, todos los presentadores de noticias tienen que aprender a pronunciar Satoshi sin reírse.

Entonces llegó el 5 de diciembre de 2024. Boom. Seis cifras. Los teléfonos vibran, los titulares gritan, los espacios de Twitter se derrumban. El precio de Bitcoin superó rápidamente los 100,000$ y rozó los 104,000$ antes de que se disipara el subidón inicial. Para la víspera de Año Nuevo, el mercado se había enfriado hasta situarse justo por debajo de los 93,000$. ¿La verdadera sorpresa? El cielo no se cayó, y es posible que algunos se hayan hecho ricos de la noche a la mañana, a menos que ya lo fueran. El sistema simplemente... siguió funcionando.

Mira esos niveles de sobreventa. Fuente: Bitget

Principios de 2025: La calma después de la tormenta

Año nuevo, mismo Bitcoin. En enero, lo que vino después de la fiesta, se había convertido en algo un poco menos glamoroso. Piensa en un brunch para la resaca, no en una rave que dura toda la noche. El precio osciló entre 95,000$ y 110,000$, como un gato que no sabe muy bien si quiere estar dentro o fuera de casa. MicroStrategy intentó causar sensación con una compra de mil millones de dólares, pero, sinceramente, el mercado apenas reaccionó.

Los holdings de Bitcoin de MicroStrategy a lo largo del tiempo. Fuente: BitBo

Llegó febrero y, como era de esperar, la gente recordó lo que se siente al obtener beneficios. De repente, hay menos gritos y mucha más comprobación de los niveles de soporte. El precio bajó hasta situarse en torno a los 85,000$, cerró el mes cerca de los 84,000$ y los que habían dicho "ya te lo dije" disfrutaron de sus quince minutos de fama. Pero, spoiler de nuevo: Se mantuvo en los 80,000$. Y todos aceptaron que solo se trataba de una corrección. Porque, bueno, así es como funcionan los mercados cuando todo el mundo tiene algo en juego.

Primavera de 2025: Recuperación y renovación

Avanzamos rápidamente hasta la primavera y el ambiente se anima discretamente. Abril hace lo de siempre: Disipa las tensiones del mercado y Bitcoin vuelve a situarse en los 94,000$. En este punto, quienes siguen ahí son, o bien verdaderos creyentes, o realmente buenos gestionando el riesgo. Hay menos euforia, más segundas tazas de café y una sensación cada vez mayor de que, después de todo, que Bitcoin alcance las 6 cifras no es tan descabellado.

Entonces llega mayo con noticias reales. Estados Unidos celebra la "Semana cripto" (que tiene menos que ver con fiestas y más con legisladores diciendo torpemente "blockchain" ante los micrófonos), pero el mercado lo recibe con entusiasmo. Las entradas en los ETF vuelven a repuntar y, el 22 de mayo, Bitcoin alcanza tranquilamente un nuevo máximo: 112,500$. No hay fuegos artificiales, solo un grupo de tipos institucionales que parecen muy satisfechos consigo mismos.

Por supuesto, junio decide poner a prueba los nervios de todos. Bitcoin cae por debajo de los 100,000$ durante unos instantes, un rápido repaso a quién está realmente prestando atención. Los compradores se acumulan y volvemos a superar los 107,000$ antes de que la mayoría haya descubierto dónde está el botón "Vender" en su app.

Fuente: Raoul Pal

Julio de 2025: Rumbo a territorios desconocidos

Si has llegado a julio sin cicatrices emocionales, ¡enhorabuena! O eres un robot (si no es así, te recomendamos que eches un vistazo a nuestros increíbles bots de Bitget aquí) o por fin has descubierto cómo silenciar la palabra "capitulación" en Twitter. Este mes no solo se ha colado sigilosamente, sino que ha irrumpido con fuerza, maleta en mano, listo para desempacar un nuevo conjunto de hitos, independientemente de si alguien se sentía preparado o no.

A estas alturas, los nervios colectivos del mercado están a flor de piel, pero siguen funcionando. Las instituciones están tratando a Bitcoin como los ricos tratan a sus casas de vacaciones: Como algo que les hace sentir inteligentes y un poco por encima del ruido. El debate legislativo en Washington vuelve a estar en pleno apogeo, pero ahora la discusión se centra en quién se llevará el mérito de no haberlo prohibido. El Congreso está navegando laboriosamente su "Semana cripto", como si estas no llevaran años ocupando la mente de la gente.

Mientras tanto, Wall Street se ha embarcado en una nueva búsqueda del tesoro: Encontrar el próximo ángulo de los ETF antes de las vacaciones de verano. Ahora hay más notas de investigación institucionales sobre Bitcoin que Starbucks en Manhattan y, por primera vez, la mayoría no son simplemente advertencias sobre la tulipomanía. La evolución de los precio es, francamente, ridícula. El 14 de julio, Bitcoin acaba de superar los 122,000$, como si se tratara de un avance casi casual hacia otro máximo histórico. La narrativa ha pasado de ser "¿sobrevivirá?" a "¿tiene un límite?". Las redes sociales alternan entre celebraciones y temor existencial sobre si esto es la nueva normalidad o solo el preludio de una corrección espectacular.

Fuente: Reddit

Y luego está la gente que nunca confía en las cosas buenas. Están observando los gráficos, esperando una caída de casi el 40%, porque, seamos sinceros, la historia les ha enseñado a prepararse para el impacto. Sin embargo, los vendedores se ven superados por los que apuestan por "comprar el dip", muchos de los cuales ahora son traders institucionales en lugar de jóvenes en los sótanos de sus padres. El ambiente es tenso, pero no ingenuo. La mayoría ha dejado de apostar todo lo que tiene, pero muchos están encantados de unirse a la siguiente etapa con un dedo en el botón de salida.

Julio de 2025 no parece una burbuja ni un pico alcista. Parece como si el sector volviera a hacer alarde de su poderío en público, tras un periodo de entrenamiento, para que todo el sistema financiero se detuviera y se quedara mirando. Por cierto, ha salido justo antes de la publicación de los datos sobre la inflación en Estados Unidos.

Precio medio mensual de Bitcoin desde los 100,000$

Fuente: Academia de Bitget, CoinGecko

Así que aquí estamos: Bitcoin lleva más de medio año por encima de los 100,000$, y lo más impactante es que sigue ahí. Hubo muchos altibajos, algunos ataques cardíacos leves y al menos tres memes de "¿ya llegamos a la cima?" por semana. Pero lo más importante no es la evolución del precio. Sino que Bitcoin se ha convertido en ruido de fondo para todo el sistema financiero mundial. Para todos nosotros, es el motivo por el que comprobamos el precio a las 2 de la madrugada. "Por las dudas".