Wall Street libra batalla contra el sector cripto, Washington presencia una guerra de lobby financiero

Autores: Jasper Goodman, Michael Stratford, Declan Harty

Traducción: TechFlow

Poderosos grupos de Wall Street están intentando bloquear algunas propuestas republicanas destinadas a promover el desarrollo de la industria cripto.

Título original: Wall Street vs Criptomonedas, la batalla de lobby financiero se intensifica en Washington

Las grandes sumas de fondos de campaña aportadas por ejecutivos de criptomonedas para las elecciones de 2024 han tenido un profundo impacto en la industria bancaria. | Saul Loeb/AFP vía Getty Images

El sector financiero está inmerso en una guerra interna de lobby en Washington.

El conflicto entre empresas de criptomonedas y bancos, así como otras compañías de Wall Street, se intensifica principalmente en torno a las nuevas reglas de activos digitales impulsadas por los líderes republicanos. Se espera que este conflicto alcance su punto máximo cuando el Congreso reanude sesiones tras el receso de agosto.

Con el regreso del presidente Donald Trump a la Casa Blanca, la industria cripto ha logrado una serie de victorias en el lobby, incluyendo la primera reforma legislativa sobre la regulación de activos digitales. Ahora, los republicanos en el Congreso se preparan para aprobar un segundo proyecto de ley aún más amplio para promover el desarrollo del mercado cripto, mientras que los grupos de Wall Street empiezan a frenar, advirtiendo que ciertas reformas favorables a las criptomonedas podrían trastocar sus negocios y amenazar la estabilidad financiera.

Algunos bancos temen que las entidades crediticias puedan enfrentar una fuga de depósitos, ya que los clientes podrían optar por productos cripto con menor regulación.

Pero esta lucha no se limita al Congreso. También se extiende a rincones más discretos de la política financiera. Por ejemplo, los grupos bancarios intentan impedir que las empresas cripto obtengan licencias bancarias nacionales. Al mismo tiempo, los ejecutivos del sector cripto hacen lobby en la Casa Blanca para mantener la prohibición de que los bancos cobren tarifas por el acceso a los datos de los clientes. Mientras tanto, algunas empresas financieras tradicionales advierten a los reguladores de Wall Street que están intentando que el comercio de acciones se asemeje más al de las criptomonedas.

“El cambio siempre es difícil, especialmente para quienes ya han tenido éxito y están arraigados en la organización; siempre habrá cierta inquietud ante una transformación radical”, dijo Dan Zinn, asesor legal principal de OTC Markets, que opera sistemas de negociación de acciones. “Esto definitivamente mantiene a todos alerta, ya sea por un poco de miedo o por algo de emoción.”

Este conflicto pone de relieve cómo, en los últimos meses, a medida que Washington comienza a abrazar la industria cripto, la dinámica del lobby en cuestiones de política financiera ha cambiado drásticamente. El entusiasmo de la derecha por el sector cripto, que en los últimos años ha invertido cientos de millones de dólares en influencia en Washington, en algunos casos ha superado los intereses de las empresas financieras tradicionales, que normalmente se alinean con gran parte de la agenda financiera republicana.

Este mes, la lucha de lobby alcanzó un punto álgido cuando asociaciones bancarias pidieron a los legisladores que modificaran retroactivamente una ley cripto ya firmada por el Congreso en julio, lo que provocó una fuerte oposición de la industria cripto. (Los republicanos de la Cámara de Representantes, tras aceptar la versión del Senado del proyecto de ley, también están impulsando modificaciones retroactivas).

Durante mucho tiempo, los banqueros han sido escépticos respecto a las criptomonedas. Líderes de la industria, como el CEO de JPMorgan, Jamie Dimon, han despreciado los activos digitales, y sus agendas en Washington han estado en desacuerdo con los objetivos de las empresas cripto.

“Esta es una lucha por el territorio que lleva años, y francamente, hasta ahora no hemos logrado ninguna claridad regulatoria”, afirmó Warren Davidson, representante republicano de Ohio en el Comité de Servicios Financieros de la Cámara, quien ha sido un aliado de larga data de la industria cripto.

Sin embargo, durante meses, las principales asociaciones del sector bancario solo han emitido críticas tibias y públicas sobre la legislación republicana que busca otorgar legitimidad regulatoria a los activos digitales.

Tras la firma el mes pasado por parte de Trump de una ley importante que establece nuevas reglas para las llamadas stablecoins (criptomonedas vinculadas al valor del dólar), estos grupos se han vuelto más directos. Organizaciones como la American Bankers Association ahora instan a los senadores a modificar la ley de stablecoins cuando el próximo mes se debata un segundo y más amplio proyecto de ley sobre la estructura del mercado cripto. Buscan impedir que todas las empresas cripto paguen rendimientos a los clientes que posean stablecoins y eliminar las disposiciones legales que, según ellos, permiten a instituciones de depósito no aseguradas con licencia nacional operar a nivel nacional sin la supervisión adecuada.

Para los bancos pequeños, esta preocupación es especialmente aguda, ya que afirman que podrían perder fondos si los clientes retiran su dinero para depositarlo en productos cripto como las stablecoins.

“Se siente como si hubiera un movimiento para reemplazarnos”, dijo Christopher Williston, presidente y CEO de la Independent Bankers Association of Texas, el único grupo bancario importante que se ha opuesto públicamente al proyecto de ley de stablecoins.

Williston afirmó que el proyecto de ley de stablecoins, conocido como “Ley Genius”, representa una “amenaza fundamental para los depósitos bancarios” de las pequeñas entidades crediticias. Añadió que esta nueva ley para los bancos comunitarios es como “el corte número mil uno” tras 15 años de carga regulatoria desde las reformas posteriores a la crisis financiera de 2008.

Las empresas cripto, que llevan años haciendo lobby por la ley de stablecoins, insisten en que el asunto ya está resuelto.

La CEO de la principal organización comercial del sector, Blockchain Association, Summer Mersinger, afirmó que la “Ley Genius” “es una ley establecida”. “El Congreso debatió intensamente este tema, y la promulgación de esta ley fue un compromiso de los legisladores. Así que realmente no deberíamos intentar volver atrás y reabrir este debate.”

Paige Pidano Paridon, vicepresidenta ejecutiva del Bank Policy Institute, que representa a los grandes bancos, señaló que la organización desea colaborar con la industria cripto para desarrollar “reglas claras y justas”.

Ella declaró: “Esto no es una lucha entre bancos y criptomonedas, sino un esfuerzo conjunto para establecer reglas que se apliquen a todos, protegiendo al mismo tiempo a los consumidores y al sistema financiero. El sistema financiero estadounidense se basa en la confianza, y cuando los consumidores no pueden distinguir entre lo seguro y lo inseguro, el riesgo aumenta y la competitividad de Estados Unidos se ve perjudicada.”

En la Securities and Exchange Commission (SEC), las instituciones financieras tradicionales han pedido a los reguladores de Wall Street que actúen con cautela, ya que el organismo está considerando la solicitud de la industria cripto para la “tokenización de acciones estadounidenses”. La tokenización implica colocar estos activos en la misma blockchain que tokens cripto como bitcoin y ether.

Los defensores sostienen que la tokenización ayudaría a acelerar el comercio de acciones a nivel global y reduciría los costos. Sin embargo, instituciones como la Securities Industry and Financial Markets Association y el gigante de trading Citadel Securities, propiedad del gran donante republicano Ken Griffin, consideran que las acciones tokenizadas deben seguir las mismas reglas que las miles de acciones tradicionales actualmente en el mercado. Los lobbistas prevén que la disputa sobre la tokenización jugará un papel en el próximo debate del Congreso sobre un proyecto de ley de estructura de mercado, que asignará a los reguladores la supervisión de las criptomonedas. Los senadores republicanos han prometido aprobar esta ley en otoño.

Es cierto que la influencia del sector bancario en Washington sigue siendo fuerte; los CEOs de los grandes bancos aún logran victorias en reuniones en la Oficina Oval, y las entidades crediticias se benefician de la agenda republicana de desregulación. Algunos actores de las finanzas tradicionales también empiezan a ver con buenos ojos el futuro de las criptomonedas.

Pero al mismo tiempo, el sector bancario enfrenta un panorama político moldeado por las grandes sumas de fondos de campaña aportadas por ejecutivos cripto en las últimas elecciones, y vuelve a tener esperanzas para las próximas elecciones de medio término. Las criptomonedas son una prioridad política tanto para la Casa Blanca como para Trump, cuya familia ha invertido en varias empresas cripto.

Estas dinámicas han convertido a la industria en una fuerza poderosa. En la Consumer Financial Protection Bureau, los ejecutivos cripto lograron que el gobierno de Trump abandonara los esfuerzos de colaboración con los grandes bancos para derogar la regla de “banca abierta” de la era Biden, que regula el intercambio de datos de los consumidores.

Esta política prohíbe a los bancos cobrar por el acceso a estos datos, los cuales son utilizados por fintechs y empresas cripto para respaldar sus servicios y facilitar la apertura de cuentas y transferencias de fondos de los clientes. Tras la intervención conjunta de ejecutivos cripto y fintechs, la Consumer Financial Protection Bureau (CFPB) ahora reconsidera la regla en lugar de derogarla por completo.

“Los bancos siguen siendo respetados”, dijo Davidson, y añadió que los republicanos han colaborado con el sector bancario para revocar algunas regulaciones posteriores a 2008. “Pero, francamente, los bancos sí disfrutan de otros beneficios que, en muchos aspectos, los protegen de las fuerzas del mercado.”