El punto de inflexión ignorado: ¿Por qué las nuevas regulaciones de ETP de criptomonedas pueden convertirse en un hito para la industria?

Aunque el proceso de integración de las criptomonedas en el sistema financiero cotidiano es largo, este proceso ya ha comenzado oficialmente.

Autor: cryptoslate

Traducción: Blockchain Knight

Con la paralización del gobierno de Estados Unidos en curso, este es un buen momento para dar un paso atrás y examinar una decisión clave de la SEC (Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos).

Esta decisión podría influir en la innovación de la industria de las criptomonedas, los asesores financieros y los inversores comunes durante los próximos años.

Recientemente, la SEC aprobó un cambio discreto pero de gran importancia: la adopción de estándares generales de cotización para productos cotizados en bolsa de criptomonedas (ETP).

Esto significa que las bolsas ya no necesitan presentar solicitudes de reglas individuales para cada ETP de criptomonedas que cumpla con los requisitos para poder cotizarlos. Este cambio estructural pone fin a años de incertidumbre en los que los ETP debían ser revisados “caso por caso”.

No se puede subestimar el impacto de este avance, que debe considerarse uno de los grandes hitos de la industria, a la par de eventos clave como el lanzamiento de los futuros de bitcoin en CME en 2017, la salida a bolsa de Coinbase en 2021, la fusión de Ethereum (Ethereum Merge) en 2022 y la aprobación de los ETF de bitcoin al contado en 2024.

Las siguientes cuatro razones determinan por qué esta nueva regulación marca un antes y un después para la industria de las criptomonedas:

1. Ciclos más cortos, nuevos ETP más viables

Anteriormente, cada ETP debía pasar por un largo proceso de revisión de la SEC, que podía durar hasta 240 días. Según la nueva normativa, los nuevos productos que cumplan con los estándares preestablecidos pueden lanzarse en tan solo 75 días, lo que, en términos regulatorios, es “a la velocidad de la luz”.

Este ajuste reduce la incertidumbre y los costos de mantenimiento para los emisores, algo crucial: lanzar un ETP requiere capital y recursos reales, fondos semilla, honorarios legales/registro, costos de cotización y gastos continuos de marketing, todos los cuales se acumulan mientras la solicitud está en estado de incertidumbre.

La reducción del ciclo de revisión hace que más estrategias sean viables económicamente y enriquece la línea de productos ETP.

Se espera que, bajo este marco simplificado, se lancen numerosos ETP de tokens al contado, no solo de bitcoin (BTC) y ethereum (ETH), sino también de SOL, XRP y otras criptomonedas.

Para una industria de criptomonedas que ha estado estancada en revisiones regulatorias, esto es sin duda el “pistoletazo de salida”.

2. Los asesores financieros finalmente pueden incluir criptoactivos en las carteras

Hasta ahora, incluir criptomonedas en carteras de inversión tradicionales enfrentaba numerosos obstáculos. Aunque en los últimos dos años han surgido algunos fondos de bitcoin y ethereum, muchos corredores principales y asesores de inversión registrados (RIA) seguían evitando las criptomonedas.

Un caso típico es Vanguard, con 10 trillones de dólares en activos bajo gestión, que se ha negado sistemáticamente a ofrecer a sus clientes acceso a ETF de bitcoin al contado.

Esta postura conservadora ha dejado a innumerables inversores “mirando desde la barrera” y ha hecho que los asesores financieros tengan casi ninguna opción de asignación de criptomonedas que cumpla con la normativa.

La nueva regulación de la SEC abre la puerta a estos inversores y asesores. Gracias a la vía simplificada para listar ETP de criptomonedas diversificados, los asesores finalmente pueden ofrecer exposición a criptomonedas tipo índice a sus clientes a través de plataformas conocidas.

En las 48 horas posteriores a la entrada en vigor de la nueva regulación, Grayscale obtuvo la aprobación para transformar su “Digital Large Cap Fund” en el “Grayscale Crypto 5 ETF”.

Aunque este producto sigue en pausa y solo podrá negociarse tras la aprobación final, esta transformación permitirá a sus clientes invertir en una cesta de los cinco criptoactivos de mayor capitalización de mercado.

Con productos como este, los asesores de patrimonio ahora pueden asignar criptomonedas con la misma facilidad que asignan fondos indexados S&P 500 o fondos de oro.

De hecho, la “normalización” de las criptomonedas en cuentas de corredores estándar significa que los jubilados pueden tener activos digitales junto con acciones y bonos en sus cuentas IRA.

Los asesores de inversión registrados (RIA) también pueden incluir criptomonedas en estrategias de rebalanceo de activos sin procesos operativos complejos ni problemas de cumplimiento.

3. Los ETP regulados impulsan la integración de las criptomonedas con la banca

Además de mejorar la accesibilidad, este avance profundiza la integración de las criptomonedas con las finanzas tradicionales.

Cuando los activos digitales están dentro de productos regulados, pueden integrarse en el sistema financiero existente de manera más efectiva.

JPMorgan, que durante mucho tiempo fue escéptico respecto a las criptomonedas, anunció recientemente que aceptará participaciones en ETF de criptomonedas como garantía para préstamos, de manera similar a los préstamos con margen respaldados por ETF de acciones.

A medida que más ETP se integren en los sistemas estándar de custodia y reporte, los bancos estarán más dispuestos a ofrecer préstamos respaldados por estos activos.

La capacidad de utilizar tenencias de criptomonedas como garantía para préstamos convierte a las criptomonedas en “participantes activos” en los mercados bancarios y de crédito.

Hoy en día, las criptomonedas ya no están aisladas; están convirtiéndose, como las acciones o los bonos del Tesoro de EE. UU., en uno de los pilares del sistema financiero.

4. Reglas claras impulsan una nueva ola de innovación

Quizás el cambio más notable de esta reforma sea el ajuste en el enfoque regulatorio central.

Tras años de incertidumbre, los reguladores estadounidenses finalmente han enviado una señal: las criptomonedas deben integrarse en el sistema financiero existente, no quedar fuera de él.

El presidente de la SEC, Paul Atkins, ha lanzado el “Crypto Plan”, instruyendo a la SEC para revisar las disposiciones relevantes de la ley de valores y allanar el camino para la migración del mercado a la cadena.

Esta claridad de objetivos de arriba hacia abajo impulsa la innovación. Cuando las empresas conocen los límites regulatorios, pueden avanzar con mayor confianza.

Actualmente, tanto instituciones financieras tradicionales como startups están compitiendo para lanzar productos bajo las nuevas reglas, desde ETP de índices multimoneda hasta fondos experimentales de tokens generadores de rendimiento.

Los resultados de esta reforma no se limitarán a la aparición de nuevos ETP, sino que también pondrán a prueba la competitividad de Estados Unidos. En el futuro, podríamos ver ETF de bienes raíces tokenizados u otros productos temáticos de criptomonedas.

Si Estados Unidos establece las reglas, la innovación ocurrirá aquí; de lo contrario, se trasladará al extranjero. Al integrar rápidamente las criptomonedas en productos financieros convencionales y apoyar claramente el “futuro en cadena”, el gobierno estadounidense está asegurando que EE. UU. “mantenga su competitividad” en el ámbito de las criptomonedas, e incluso podría recuperar el liderazgo.

Este ajuste regulatorio es una de las reformas más significativas para la industria de las criptomonedas en los últimos años.

No solo se trata de los ETP en sí, sino que significa que las criptomonedas son reconocidas como una parte legítima de las carteras de inversión modernas.

Para los asesores financieros, esto significa una mayor capacidad para satisfacer las necesidades de los clientes; para los inversores, más opciones y comodidad; para los innovadores, marca el regreso de EE. UU. a la carrera de las criptomonedas.

Aunque el proceso de integración de las criptomonedas en el sistema financiero cotidiano es largo, este proceso ya ha comenzado oficialmente—y, bajo reglas claras y definidas, su ritmo se está acelerando.

El camino hacia un verdadero sistema financiero en cadena ya está abierto, y al menos desde mi perspectiva, el futuro es prometedor.