El teléfono Solana Saga deja de operar solo dos años después de su lanzamiento, ¿podrá la segunda generación Seeker evitar repetir la misma historia?

Título original: «Solana Saga cesa operaciones tras solo dos años, ¿podrá Seeker evitar repetir la historia?»

Autor original: Frank, PANews

El teléfono Web3 Solana Saga, que alguna vez fue visto con grandes expectativas por la industria, ha terminado su soporte técnico apenas dos años después de su lanzamiento. Pasó de ser ignorado, a provocar una fiebre de compras por los airdrops, y finalmente a un cierre apresurado, dejando a los dispositivos de 20,000 usuarios tempranos prácticamente convertidos en "ladrillos electrónicos".

El giro dramático de Saga ha provocado lamentos y profundas preguntas en toda la industria: ¿es la ruta de los teléfonos cripto una falsa promesa? ¿El ciclo de vida breve pero brillante de Saga fue un experimento fallido de alto costo, o una antorcha que iluminó un camino no tradicional hacia el éxito para los que vinieron después? Con el cambio total de Solana Mobile hacia su producto de segunda generación, Seeker, estas preguntas se vuelven aún más urgentes.

Soporte finalizado tras solo dos años: las múltiples consideraciones detrás de Solana Mobile

El abrupto final de Saga sorprendió a muchos.

Según la práctica habitual de los fabricantes de teléfonos tradicionales, el soporte técnico para un dispositivo suele mantenerse durante 5 a 7 años. Sin embargo, el soporte para Saga solo duró 2 años antes de ser anunciado su fin. La razón principal detrás de esto probablemente revela la gran diferencia operativa entre los productos de hardware inteligente y los proyectos Web3 convencionales.

Desde una perspectiva comercial, el proyecto Saga estaba casi destinado a ser una pérdida financiera. El total de ventas del teléfono Saga fue de aproximadamente 20,000 unidades, muy por debajo del objetivo de 50,000, lo que hace imposible cubrir los costos de desarrollo, producción y marketing de un hardware de alta gama. Incluso los modelos de nicho de fabricantes tradicionales suelen alcanzar cientos de miles de unidades para garantizar la viabilidad operativa. Brindar soporte a largo plazo para una línea de productos antigua con solo 20,000 usuarios es una pesada carga financiera.

Para empeorar las cosas, el socio de hardware de Saga, la empresa OSOM, quebró en septiembre de 2024, lo que hace casi imposible mantener actualizaciones de firmware y drivers a largo plazo. Por lo tanto, abandonar Saga se convirtió en una decisión comercial racional, e incluso inevitable, para Solana Mobile. Eligieron recortar pérdidas y concentrar sus recursos limitados en proyectos con mayor probabilidad de éxito.

En cuanto al hardware, Saga en sí es un teléfono Android de alta gama con excelentes especificaciones. Comparado con los teléfonos comunes, su diseño de seguridad integrado y las aplicaciones dApp realmente resuelven los problemas de seguridad en transacciones y acceso a dApps para usuarios cripto avanzados. Sin embargo, el fracaso de Saga demostró que estas mejoras en la "fuerza del producto" no fueron suficientes para convencer a los usuarios de pagar una prima de 1,000 dólares, ya que la gran mayoría de las tareas Web3 también pueden realizarse en teléfonos comunes, aunque con una experiencia ligeramente diferente.

La amenaza más directa es el aumento drástico de los riesgos de seguridad. A medida que se descubren nuevas vulnerabilidades, los teléfonos Saga serán cada vez más susceptibles a ataques de hackers. Para un dispositivo cuyo concepto central es el manejo seguro de activos cripto, esto es sin duda fatal. En segundo lugar, está el problema de la "utilidad decreciente". Con la continua evolución del sistema operativo Android y las dApps, Saga podría no ser capaz de ejecutar nuevas versiones de aplicaciones, lo que finalmente conduciría a "fallos potenciales de aplicaciones" y pérdida de funcionalidad.

Además, el milagro de ventas de Saga no se debió a que el mercado redescubriera su fuerza como producto, sino a que se explotó su valor como herramienta de arbitraje financiero. Sin embargo, este modelo es insostenible y está lleno de riesgos. Atrae a especuladores en busca de ganancias a corto plazo, no a usuarios reales leales al producto y al ecosistema. Una vez que disminuyen las expectativas de airdrops o el mercado se enfría, esta demanda se evapora rápidamente.

Además, como el teléfono es el dispositivo de hardware más importante para las personas en la sociedad actual, sus escenarios de uso reales van mucho más allá de los airdrops y las actividades cripto. Esta es también la razón principal por la que Saga se vendió, pero aparentemente nadie lo usaba.

Sin embargo, las consecuencias directas de esta decisión comercial recaen en los 20,000 usuarios de Saga. Solana Mobile anunció el cese de todas las actualizaciones de software y parches de seguridad, lo que significa que estos dispositivos permanecerán para siempre en la última versión de seguridad de noviembre de 2024.

Sorprendentemente, casi no hubo reacciones visibles de los usuarios en las redes sociales ante la noticia del cese del soporte técnico. Tras los reportes en los medios, Solana Mobile también optó por guardar silencio, solo aumentando la frecuencia de publicaciones relacionadas con Seeker. Este fenómeno sugiere que el número real de usuarios activos de Saga podría ser mucho menor que la proporción de quienes recibieron el airdrop.

De la indiferencia a la escasez: los lujosos airdrops impulsan un giro en las ventas

El ciclo de vida de Solana Saga fue como una montaña rusa.

En mayo de 2023, el teléfono Saga fue lanzado oficialmente, con un precio de 1,000 dólares, compitiendo directamente con los modelos insignia de Apple y Samsung. El objetivo inicial de Solana Mobile era crear un dispositivo Web3 nativo para usuarios y desarrolladores cripto, rompiendo el duopolio de Apple y Google mediante seguridad a nivel de hardware (bóveda de semillas) y una tienda de dApps sin censura. Sin embargo, esta gran narrativa no logró convencer a los consumidores.

Tras su lanzamiento, la respuesta del mercado fue extremadamente fría. Hasta principios de diciembre de 2023, más de medio año después de su lanzamiento, las ventas de Saga solo rondaban entre 2,200 y 2,500 unidades, muy lejos del "punto crítico del ecosistema de desarrolladores" de 25,000 a 50,000 unidades establecido por el cofundador de Solana, Anatoly Yakovenko. Para revertir la tendencia, Solana Mobile redujo drásticamente el precio en agosto de ese año en un 40%, hasta 599 dólares, pero esto tampoco logró estimular la demanda de manera efectiva. La industria tecnológica convencional fue aún más dura: el conocido crítico Marques Brownlee (MKBHD) lo calificó como el "peor smartphone de 2023", un título que describía perfectamente la incómoda situación de Saga en ese momento.

Justo cuando Saga estaba a punto de ser olvidado por el mercado, un catalizador inesperado cambió completamente la situación: el token MEME BONK. Cada teléfono Saga venía con un airdrop de 30 millones de tokens BONK, que al principio tenía un valor insignificante. Sin embargo, con la recuperación total del ecosistema Solana a finales de 2023, el precio de BONK se disparó exponencialmente.

Para mediados de diciembre de 2023, el valor de ese airdrop ya superaba los 1,000 dólares, mucho más que el precio de venta de 599 dólares del teléfono en ese momento. Nació una clara oportunidad de arbitraje: comprar el teléfono, recibir el airdrop y obtener una ganancia instantánea. Esta noticia se difundió viralmente en redes sociales, y la narrativa de Saga pasó de ser un producto tecnológico fallido a una codiciada herramienta financiera.

Las ventas se dispararon. En solo 48 horas, las ventas de Saga aumentaron más de diez veces y se agotaron rápidamente en los mercados de Estados Unidos y Europa. Surgió un frenético mercado secundario, donde los Saga nuevos y sin abrir llegaron a venderse en plataformas como eBay por hasta 5,000 dólares, más de ocho veces su precio de venta. Saga dejó de ser un teléfono para convertirse en un "boleto" hacia la potencial riqueza de futuros airdrops.

El agotamiento inesperado de Saga le dio a Solana Mobile una nueva perspectiva: la expectativa de futuros airdrops puede estimular enormemente la demanda del mercado. Aprovecharon rápidamente la oportunidad y, solo un mes después de que Saga se agotara, en enero de 2024 anunciaron el lanzamiento de su segundo teléfono, "Chapter 2" (luego renombrado como Seeker). Como se mencionó antes, Seeker aprendió de las lecciones de Saga: el precio se redujo drásticamente a 450-500 dólares, el hardware se ajustó a una gama media y el objetivo era el mercado masivo.

La reacción del mercado fue explosiva. Impulsado por la fuerte expectativa de futuros airdrops, Seeker recibió más de 60,000 pedidos en las primeras tres semanas de preventa, alcanzando finalmente más de 150,000 reservas, con ingresos estimados de más de 67.5 millones de dólares. Incluso antes de que los teléfonos fueran enviados, el valor de los airdrops de tokens como $MEW y $MANEKI que recibieron los compradores ya superaba el costo de compra del teléfono. Desde esta perspectiva, Saga fue más bien una piedra de toque que ayudó a que el producto de segunda generación, Seeker, construyera una base ecológica de cientos de miles de usuarios y una ruta de ventas impulsada por airdrops.

Sin embargo, para los más de 150,000 compradores de Seeker, ¿sus dispositivos también enfrentarán el mismo destino que Saga dentro de dos años?

Un giro total hacia el dispositivo de segunda generación Seeker: ¿podrá resolver el dilema de los teléfonos Web3?

La experiencia de Saga nos obliga a reconsiderar la cuestión central de los teléfonos Web3. ¿Se trata realmente de una innovación con fuerza de producto real, o es una "falsa demanda" que solo puede sobrevivir gracias a incentivos externos?

Como modelo de segunda generación, Seeker está intentando evitar repetir los errores del pasado. Tras el cese de soporte de Saga, Solana Mobile ha cambiado completamente su enfoque hacia Seeker, un teléfono más económico pero igualmente centrado en funciones cripto, con un precio inicial de 500 dólares, la mitad del precio de lanzamiento de Saga, y un descuento de 50 dólares para los primeros compradores. Además de un precio más razonable, Seeker hereda algunas de las características de la generación anterior, mejora el hardware y añade varias funciones nuevas orientadas al usuario, como SeekerID y una tienda de aplicaciones descentralizada mejorada.

Es importante señalar que Seeker también planea lanzar el token nativo del ecosistema, SKR, para incentivar a desarrolladores y usuarios, impulsar la construcción del ecosistema y lograr una mejor alineación. Aunque los detalles del token aún no se han anunciado, la compañía ha dicho que se distribuirá directamente a desarrolladores y usuarios. Además, Seeker ha fortalecido los esquemas de incentivos vinculando otras aplicaciones y actividades dentro del ecosistema del teléfono.

Por ejemplo, Seeker y la wallet Backpack lanzaron una promoción para eximir la tarifa de la primera transacción de 1,000 dólares en el teléfono Seeker. El 23 de octubre, Moonbirds también lanzó el airdrop Seeker X Moonbirds SBT para Seeker. Según datos oficiales, el ecosistema Seeker ya cuenta con más de 160 aplicaciones y más.

Pero, ¿podrá esta construcción ecológica realmente cambiar la situación de usuarios que compran pero no usan el producto? El resultado aún es incierto. Como producto de primera generación en la narrativa de los teléfonos Solana, Saga logró establecer un ejemplo de marketing, pero también expuso un problema central: ¿la verdadera competitividad de los teléfonos Web3 radica en su naturaleza como producto o en su valor financiero? Si solo es un boleto para airdrops, ¿es realmente necesario soportar los altos costos operativos de un producto telefónico? Si se quiere ser competitivo sin depender de expectativas de airdrops, ¿cuál debería ser el punto clave de venta de un teléfono Web3 en un mercado tan maduro?

Hoy en día, la situación de mercado de Seeker es mucho mejor que la de Saga, pero mientras estas preguntas clave no se resuelvan, el destino de Saga podría repetirse.