¿Qué es lo que ha provocado que en este ciclo alcista bitcoin alcance máximos históricos repetidamente, mientras que las altcoins siguen marcando mínimos?

Esto es ampliamente reconocido como el ciclo alcista más difícil en la historia de la industria: aunque bitcoin se ha duplicado desde su mínimo en 2023, el alma del mercado ya está vacía.

Escrito por: Blockchain Knight

Aunque este ciclo del mercado cripto ha sido definido como un mercado alcista, la experiencia real ha sido completamente opuesta. Aunque bitcoin ha alcanzado varios máximos históricos, el impulso alcista ha sido monótono y aburrido, mientras que las correcciones han sido extremadamente severas, con la mayoría de las altcoins desplomándose más del 90% y los inversores minoristas abandonando el mercado en masa.

Incluso los seguidores más fieles han comenzado a cuestionar la autenticidad de este “mercado alcista”, que es ampliamente considerado como el ciclo alcista más difícil en la historia de la industria: aunque bitcoin se ha duplicado desde su mínimo en 2023, el alma del mercado ya está vacía.

Esta situación se debe a tres razones principales.

Primero, las instituciones han remodelado completamente la estructura del mercado. Gigantes de Wall Street como BlackRock y Fidelity no han venido a especular, sino que han tomado el control de la infraestructura de las criptomonedas, las redes de custodia y la tokenización de activos del mundo real, comprando todos los canales de liquidez y cumplimiento que los participantes necesitan alquilar.

Esta “adopción fundamental” ha consolidado las bases de la industria, pero ha drenado la vitalidad del mercado y es incompatible con la cultura especulativa liderada por los minoristas.

Segundo, los MEME han provocado el colapso del significado de la industria. Lo que alguna vez fue una forma de sátira, los MEME se convirtieron en la narrativa dominante entre 2023 y 2025. Diversas “community coins” y “animal coins”, tras repetidos pumps y dumps virales, han convertido el mercado en un campo de batalla sin salida.

Incluso los veteranos de la industria han caído en la trampa de perseguir la moda; la avaricia de los minoristas y la cultura satírica de Web3 chocan, resultando en una derrota para ambos.

Tercero, el entorno macroeconómico ha reprimido el apetito por el riesgo. Las políticas arancelarias de Trump han provocado una corrección en el mercado de valores y drenado la liquidez; sumado a tasas de interés persistentemente altas, el costo del capital se ha disparado y los fondos se han agotado, dejando a las criptomonedas y otros activos de riesgo estancados. Lo que debería haber sido una “era de la riqueza” para el regreso de los minoristas, terminó siendo una larga prueba de paciencia.

Al final, bitcoin se ha convertido en el único sobreviviente. Gracias a la inyección de capital institucional y el reconocimiento regulatorio, ha mantenido su estabilidad en medio del colapso del mercado, demostrando la capacidad de supervivencia de las criptomonedas.

La madurez de este ciclo alcista se caracteriza por menos euforia y subidas explosivas, y más estabilidad propia de un sistema financiero, aunque esto ha dejado exhaustos a los que buscan ganancias rápidas.

En este “mercado alcista vacío”, la creatividad del mercado, la vitalidad de los minoristas y el espíritu optimista se han convertido en daños colaterales del progreso.

En última instancia, esto es un castigo autoimpuesto por la industria al elegir la popularidad sobre la utilidad, y nos recuerda: no todos los ciclos están destinados a enriquecer, algunos existen solo para recordarnos la intención original de entrar en este mundo.