The New York Times revela: luchas internas, transferencias de intereses... ¿Qué otros detalles desconocidos hay detrás del “gran indulto” de Trump a las criptomonedas?

Fuente: The New York Times

Título original: The S.E.C. Was Tough on Crypto. It Pulled Back After Trump Returned to Office.

Autores: Ben Protess, Andrea Fuller, Sharon LaFraniere, Seamus Hughes, Elena Shao

Traducción y recopilación: BitpushNews

The New York Times realizó por primera vez un análisis sistemático de miles de documentos gubernamentales y registros judiciales de las últimas tres administraciones estadounidenses, e entrevistó a más de veinte funcionarios actuales y anteriores del gobierno.

Una empresa de criptomonedas operada por los gemelos multimillonarios Winklevoss enfrentaba en ese momento una dura demanda en un tribunal federal. Tras el regreso de Trump a la Casa Blanca, la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) tomó medidas para congelar el caso.

La SEC también había demandado previamente a Binance, el mayor exchange de criptomonedas del mundo (Binance), pero con la llegada del nuevo gobierno, la SEC retiró por completo la demanda contra la empresa.

Además, tras años de batalla legal con Ripple Labs (Ripple Labs), la nueva SEC intentó reducir la cuantía de la multa impuesta por el tribunal, con el fin de suavizar el castigo a esta empresa cripto.

Una investigación de The New York Times reveló que la retirada de la SEC en estos casos refleja un cambio total de actitud del gobierno federal hacia la industria de las criptomonedas durante el segundo mandato del presidente Trump.

Una retirada colectiva de demandas contra un solo sector por parte de la SEC es algo inaudito.

Sin embargo, The New York Times descubrió que, con el regreso de Trump a la Casa Blanca, la SEC ralentizó más del 60% de los casos de criptomonedas en curso, incluyendo la suspensión de demandas, la reducción de sanciones o la retirada directa de casos.

La investigación señala que la retirada de estas demandas es especialmente inusual. Durante el mandato de Trump, la tasa de retirada de demandas de la SEC contra empresas de criptomonedas fue mucho mayor que en otros tipos de casos.

Aunque los detalles de cada demanda cripto varían, las empresas implicadas suelen tener un punto en común: todas tienen vínculos financieros con Trump, quien se autodenomina el “presidente de las criptomonedas”.

Como principal organismo federal de supervisión de los mercados financieros estadounidenses, la SEC ya no persigue activamente a ninguna empresa con vínculos públicos con Trump. La investigación de The New York Times revela que la agencia ha adoptado una actitud de retirada hacia todas las empresas relacionadas con los negocios cripto de la familia Trump o que han financiado su carrera política. Actualmente, los únicos casos cripto que mantiene la SEC son contra acusados poco conocidos sin vínculos evidentes con Trump.

Estadísticas sobre la gestión de los casos:

• Casos retirados directamente: 7
  └ De los cuales 5 implican acusados con vínculos públicos con Trump

• Medidas de suavización: 7
  └ Incluye suspensión de congelación de activos, propuestas de acuerdos favorables o concesiones sustanciales
  └ De los cuales 3 implican acusados con vínculos públicos con Trump

• Mantenimiento de la postura original: 9
  └ Actualmente no se han detectado vínculos públicos con Trump

En una declaración, la SEC afirmó que el favoritismo político “no tiene nada que ver” con su enfoque en la aplicación de la ley sobre criptomonedas, y que el cambio de rumbo se debe a razones legales y de política, incluyendo preocupaciones sobre su autoridad reguladora en el sector. La SEC señaló que, incluso antes de que Trump abrazara la industria cripto, los actuales comisionados republicanos de la agencia ya discrepaban fundamentalmente de la mayoría de los casos cripto, y subrayaron que “se toman en serio el fraude de valores y la protección de los inversores”.

Actualmente no hay indicios de que el presidente haya presionado a la agencia para que sea indulgente con empresas cripto específicas. Tampoco se ha encontrado evidencia de que estas empresas hayan intentado influir en los casos mediante donaciones o vínculos comerciales con Trump, y algunos de estos vínculos se establecieron después del cambio de política de la SEC.

Sin embargo, Trump es tanto participante como máximo responsable de la industria cripto, y se beneficiará de las empresas reguladas por su propio gobierno. El hecho de que muchas de las empresas demandadas por la SEC tengan vínculos con él pone de manifiesto el conflicto de intereses que supone que el presidente impulse políticas que favorecen sus propios intereses.

Al inicio de su segundo mandato, la Casa Blanca anunció que el presidente “detendría las acciones de aplicación radicales y la regulación excesiva que sofocan la innovación en criptomonedas”.

Aunque la retirada de algunos casos cripto por parte de la SEC ya había llamado la atención pública, el análisis de miles de registros judiciales y decenas de entrevistas realizado por The New York Times revela la magnitud sin precedentes del retroceso regulatorio de este año, así como los enormes beneficios para los aliados de Trump en la industria.

Todos los acusados mencionados en la investigación de The New York Times niegan haber actuado de forma indebida, y muchas empresas insisten en que solo se les acusó de infracciones técnicas. Algunas de las empresas a las que la agencia retiró casos no tienen vínculos evidentes con el presidente.

Las empresas cripto dieron la bienvenida a la “nueva era” del sector, como la denominó Paul S. Atkins, el nuevo presidente de la SEC nombrado por Trump.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, rechazó cualquier sugerencia de conflicto de intereses por parte de Trump o su familia. Afirmó que la política de Trump es “cumplir la promesa presidencial de convertir a Estados Unidos en la capital mundial de las criptomonedas, trayendo innovación y oportunidades económicas para todos los estadounidenses”.

El gobierno de Trump ha relajado por completo la regulación cripto, incluyendo el cierre por parte del Departamento de Justicia de una unidad de aplicación de la ley sobre criptomonedas. Pero los cambios de la SEC este año marcan una reversión especialmente abrupta.

Según el análisis de The New York Times, durante el gobierno de Biden, la SEC inició un promedio de más de dos casos cripto al mes (ya sea en tribunales federales o en su propio sistema legal interno). Incluso durante el primer mandato de Trump, la agencia presentó aproximadamente un caso al mes, incluyendo el conocido caso contra Ripple.

En cambio, desde el regreso de Trump a la Casa Blanca, la SEC no ha presentado ningún caso cripto (según la definición de The New York Times), aunque sigue presentando decenas de demandas contra otros tipos de acusados.

Número de demandas cripto presentadas por la SEC en diferentes gobiernos estadounidenses

• Primer mandato de Trump: 50

• Gobierno de Biden: 105

• Segundo mandato de Trump (actual): 0

Paul S. Atkins, el nuevo presidente de la SEC nombrado por Trump, argumentó en una declaración que su agencia solo está frenando el entusiasmo excesivo de la administración anterior hacia la industria cripto. Insistió en que la SEC de la era Biden utilizó su poder de aplicación para crear nuevas políticas.

Atkins dijo: “He dejado claro que vamos a poner fin a la práctica de sustituir la regulación por la aplicación de la ley”.

Aunque las empresas cripto celebran la “nueva era” del sector proclamada por Atkins, los abogados de carrera de la SEC responsables de algunos de estos casos expresan su preocupación por este retroceso. Temen que este organismo, creado durante la Gran Depresión para proteger a los inversores y supervisar los mercados, esté envalentonando a la industria cripto de una manera que podría perjudicar a los consumidores y amenazar al sistema financiero en general.

Christopher E. Martin, abogado principal de litigios de la SEC, lideró un caso contra una empresa cripto. Tras la retirada de la demanda este año, optó por jubilarse.

Describió la amplia retirada de la SEC como una “rendición total”, y afirmó: “Realmente han dejado a los inversores a merced de los lobos”.

El final de la regulación estricta

En la sede de la SEC en Washington, tras sus muros de cristal, la ofensiva contra las criptomonedas ya estaba llegando a su fin a finales del año pasado.

El entonces presidente Gary Gensler (Gary Gensler, nombrado por el gobierno de Biden) quería impulsar varias investigaciones cripto, pero ya no le quedaba tiempo.

Trump ganó la reelección y acababa de anunciar una empresa de capital de riesgo cripto que involucraba a él y a su familia: World Liberty Financial (World Liberty Financial), y prometió restringir a la SEC.

Trump no siempre apoyó las criptomonedas. En su primer mandato, llegó a decir en Twitter que las criptomonedas se basan en “aire” y que podrían fomentar el tráfico de drogas y otras actividades ilegales.

Su primera SEC también adoptó una postura dura. El organismo creó un departamento especializado en combatir las malas prácticas en la red y en criptomonedas, y presentó decenas de casos.

Bajo el mandato de Biden, la agencia intensificó aún más sus esfuerzos. Para 2022 (el año en que colapsó el gigante exchange cripto FTX), el departamento cripto de la SEC casi duplicó su tamaño, llegando a unos 50 abogados y expertos del sector.

Durante ambos mandatos presidenciales, la SEC consideró que, dado que los inversores pueden poner todos sus ahorros en criptomonedas, deberían conocer los riesgos.

Pero una cuestión legal espinosa siempre ha planeado sobre la agencia: ¿tiene realmente autoridad para presentar estos casos? La respuesta depende de si las criptomonedas son valores, es decir, una variante moderna de acciones y otros instrumentos financieros.

La SEC argumenta que muchas criptomonedas son en realidad valores, por lo que exchanges y brokers cripto deben registrarse en la agencia, presentar extensos documentos de divulgación pública y, en algunos casos, someterse a auditorías independientes. Si no se registran, la agencia puede demandarlos por violar la ley de valores.

El sector, por su parte, responde que la mayoría de las criptomonedas no son valores, sino otra clase de activos que requiere un conjunto de normas específicas que la agencia aún no ha establecido.

Summer Mersinger, directora ejecutiva de la Blockchain Association, dijo: “No buscamos estar sin regulación; buscamos una regulación clara sobre la que podamos operar”.

El año pasado, a medida que Trump pasó de escéptico a predicador de las criptomonedas, la situación empezó a cambiar a favor del sector.

En un discurso en julio de 2024, prometió a los entusiastas cripto que la “persecución” contra su sector terminaría, y afirmó: “El primer día de mi mandato despediré a Gary Gensler”.

La SEC es un organismo independiente compuesto por cinco comisionados nombrados por el presidente, incluido un presidente, cuyas opiniones suelen reflejar la postura del gobierno que lo nombra. Los comisionados votan sobre si presentar, resolver o retirar casos, pero los funcionarios de carrera se encargan de las investigaciones. Este sistema permite cambios en el enfoque regulatorio, pero tradicionalmente evita oscilaciones políticas bruscas.

Pero tras la segunda victoria electoral de Trump, reinó una sensación de realidad en la SEC. Gensler anunció su dimisión poco después de las elecciones.

Y el departamento de regulación cripto, antes considerado una plataforma profesional, de la noche a la mañana se convirtió en un “pasivo”.

Según fuentes, durante la transición presidencial, el jefe de aplicación de la ley de Gensler, Sanjay Wadhwa, suplicó en reuniones internas a su equipo que “hicieran el trabajo por el que el pueblo nos paga”. (Las fuentes pidieron anonimato por tratarse de reuniones internas).

Aun así, parte del personal se echó atrás.

Según fuentes, un alto líder del equipo cripto se tomó unas largas vacaciones no anunciadas y no respondió a correos electrónicos sobre los casos.

Otro alto funcionario se negó a firmar algunos de los pocos casos cripto presentados por la agencia tras las elecciones.

Otros funcionarios dejaron de trabajar por completo en los casos cripto en curso, obstaculizando los últimos esfuerzos de Gensler.

Victor Suthammanont trabajó en la agencia durante diez años y recientemente fue asesor de aplicación de la ley de Gensler. Dijo que en las dos transiciones de gobierno anteriores, el personal se mantuvo firme.

“Pero esta transición no se parece a ninguna que haya visto”, dijo Suthammanont, que se negó a hablar de casos concretos. “El ambiente cambió de inmediato”.

Tras la toma de posesión de Trump, no hubo vuelta atrás. Nombró a Mark T. Uyeda, uno de los comisionados republicanos de la SEC, como presidente interino hasta que el nominado presidencial Atkins fuera confirmado por el Senado.

Uyeda se ha opuesto durante mucho tiempo al enfoque de la agencia en los casos cripto. En una declaración a The New York Times, afirmó que Gensler estaba adoptando teorías novedosas “no respaldadas por la ley vigente”.

Pero en un discurso de 2022, Gensler dejó clara su postura opuesta. “Cuando surge una nueva tecnología, nuestras leyes existentes no desaparecen”, dijo.

A principios de febrero, Uyeda marginó a Jorge G. Tenreiro, quien había ayudado a liderar el departamento cripto y supervisaba la mayoría de los casos.

Tenreiro fue trasladado al departamento de tecnología de la información, un movimiento considerado internamente en la SEC como un descenso despectivo.

Sin Tenreiro, la agencia comenzó a abandonar las investigaciones contra empresas cripto que enfrentaban posibles demandas. Aunque algunas investigaciones continúan, al menos 10 empresas anunciaron que ya no estaban bajo revisión, incluida una la semana pasada.

“Nada que negociar”

Uyeda pronto se enfrentó a una decisión más difícil: cómo manejar las demandas heredadas de la era Biden que aún estaban en los tribunales.

Aunque la SEC suele abandonar investigaciones, retirar casos en curso es raro y requiere la aprobación de los comisionados.

En uno de los casos cripto más destacados, la SEC demandó a Coinbase, el mayor exchange cripto de EE. UU., por no haberse registrado ante la agencia. La empresa se defendió activamente durante el mandato de Biden y convenció al juez principal para que permitiera a un tribunal superior revisar el caso antes del juicio.

Ahora, con la SEC bajo control del gobierno de Trump, Coinbase fue una de las primeras empresas en solicitar la retirada del caso.

Tradicionalmente, la oficina del presidente de la SEC se mantenía al margen y dejaba este tipo de negociaciones a los funcionarios de carrera que supervisan los casos. Pero un funcionario de la oficina de Uyeda participó en parte de las negociaciones con Coinbase y en reuniones con los abogados de aplicación de la ley.

Paul Grewal (Paul Grewal), director jurídico de Coinbase, dijo en una entrevista: “Fuimos muy cuidadosos para asegurarnos de que la oficina del presidente interino estuviera al tanto de todo lo que ocurría y de toda la información”.

Uyeda afirmó que la participación de su personal en estas reuniones era “totalmente apropiada”.

Bajo el liderazgo de Uyeda, la SEC inicialmente no quiso abandonar el caso. Según una fuente, la propuesta inicial a Coinbase fue solo suspender la demanda.

Pero Coinbase rechazó el aplazamiento.

Luego, la SEC hizo una propuesta más generosa: retiraría el caso, pero se reservaría el derecho de reanudar la demanda en el futuro si el liderazgo cambiaba de opinión.

Coinbase tampoco aceptó ese acuerdo.

Grewal, exjuez federal, dijo: “Fuimos muy claros: o se rinden, o seguimos con el litigio, porque no tenemos nada que negociar”.

Finalmente, la SEC cedió. En ese momento, tras la dimisión de Gensler y otro comisionado demócrata, la agencia solo contaba con dos comisionados republicanos y uno demócrata.

Uyeda, sin mencionar ninguna decisión concreta, dijo que “no debería continuarse con este tipo de casos, especialmente si la SEC va a rechazar su teoría subyacente en un futuro próximo”.

Pero la comisionada demócrata restante, Caroline A. Crenshaw, dijo en una entrevista que la agencia ya ha dado un trato preferencial total a la industria cripto.

Ella dijo: “En realidad pueden hacer lo que quieran”.

Cambio de actitud

La industria cripto vio la retirada del caso Coinbase como una bandera blanca de rendición.

Los abogados de otras empresas cripto buscaron acuerdos similares. A finales de mayo, la agencia ya había retirado otros seis casos.

El análisis de los registros judiciales realizado por The New York Times resalta lo inusual de esta situación.

Durante el mandato de Biden, la SEC no retiró voluntariamente ningún caso cripto pendiente heredado del primer mandato de Trump, aunque sí retiró un caso contra un acusado fallecido y parte de otro caso tras fallos judiciales adversos.

Sin embargo, en el segundo mandato de Trump, la agencia retiró el 33% de los casos cripto heredados de la era Biden. En otros sectores, la tasa de retirada fue solo del 4%.

Aunque la SEC promete seguir persiguiendo el fraude, también retiró la demanda contra Binance. En ese caso, la SEC acusó a dos entidades relacionadas de engañar fraudulentamente a los clientes, alegando que estaban trabajando para prevenir operaciones manipuladoras.

La SEC también pidió al juez que congelara el caso de fraude contra el magnate cripto 孙宇晨 (Justin Sun) y su Tron Foundation (Tron Foundation), uno de los cuatro casos que la agencia está gestionando para llegar a un acuerdo. Los funcionarios de la agencia aún no han anunciado la resolución de este caso.

En total, la SEC bajo el actual gobierno de Trump heredó 23 casos cripto, de los cuales 21 provienen de la era Biden y 2 del primer mandato de Trump. De estos 23 casos, la agencia ya ha adoptado una postura de retirada en 14.

En ocho de estos casos, los acusados establecieron vínculos con el presidente o su familia antes o poco después de la resolución del caso.

Por ejemplo, Justin Sun compró tokens digitales de World Liberty Financial por valor de 75 millones de dólares. Su empresa Tron no respondió a múltiples solicitudes de comentarios. En documentos judiciales, Sun y Tron afirman que la SEC carece de pruebas de fraude y de jurisdicción para demandar.

Pocas semanas antes de que se retirara el caso contra Binance, la empresa participó en una operación comercial de 2 mil millones de dólares que utilizó la criptomoneda de World Liberty Financial. Se espera que esta operación genere decenas de millones de dólares anuales para la familia Trump.

Un portavoz de World Liberty Financial afirmó que “no existe ninguna relación entre World Liberty Financial y el gobierno de EE. UU.”, y añadió que la empresa “no influye en las políticas o decisiones del poder ejecutivo”.

Binance declaró que las acciones de la SEC contra ellos fueron “el resultado de una guerra contra las criptomonedas”.

En marzo de este año, la SEC abandonó un caso contra la empresa cripto Cumberland (Cumberland) por actuar como broker de valores no registrado.

Unos dos meses después, su empresa matriz DRW invirtió cerca de 100 millones de dólares en la empresa de medios de la familia Trump.

Los directivos de DRW afirmaron que la oportunidad de inversión surgió después de que se cerrara el caso y que la retirada se debió únicamente a la falta de fundamento de las acusaciones.

En el caso contra Ripple (que donó casi 5 millones de dólares a la toma de posesión de Trump), la SEC intentó revertir sus propios esfuerzos.

Durante el primer mandato de Trump, la SEC acusó a Ripple de privar a los inversores de información importante al vender sus tokens cripto. El año pasado, tras desestimar parte de las acusaciones de la SEC, un juez federal ordenó a Ripple pagar una multa de 125 millones de dólares por ciertas infracciones de valores.

Sin embargo, tras el regreso de Trump a la Casa Blanca, la SEC intentó reducir la multa a solo 50 millones de dólares. El juez criticó el cambio de actitud del gobierno y rechazó el nuevo acuerdo.

Ripple argumentó ante el juez que merecía una multa menor, en parte porque la SEC ya había retirado demandas contra otras empresas cripto similares. Finalmente, Ripple pagó la multa completa.

En julio, la empresa de medios del presidente anunció que planea incluir la criptomoneda de Ripple en un fondo de inversión abierto al público.

En una entrevista, Hester M. Peirce, comisionada republicana que lidera el nuevo grupo de trabajo cripto de la SEC, dijo que la retirada de muchos casos es una corrección de errores. Afirmó que esos casos nunca debieron haberse presentado.

“Diría que las acciones radicales ocurrieron en los últimos años, cuando presentamos casos sin base legal”, añadió, y opinó que esos casos sofocaron la innovación legítima.

Peirce afirmó que las consideraciones políticas o financieras no influyeron en la situación. Dijo: “Estamos tomando decisiones basadas en los hechos y las circunstancias, no en ‘a quién conoce esta persona’”.

“Con mucho efectivo”

Pocos actores del sector cripto están más cerca de Trump que los hermanos Tyler y Cameron Winklevoss.

Estos gemelos fundaron y operan Gemini Trust, y han donado a comités de recaudación de fondos para la reelección de Trump y a otros grupos republicanos.

También financiaron la construcción del salón de baile de la Casa Blanca, un proyecto privado del presidente.

Además, apoyaron un nuevo club exclusivo en Washington, “Executive Branch”, del que el hijo mayor del presidente, Donald Trump Jr., es copropietario.

Recientemente, la empresa de inversiones de los hermanos invirtió en una nueva empresa minera cripto llamada American Bitcoin;
Eric Trump, el segundo hijo de Trump, es cofundador y director de estrategia de la empresa, y Donald Trump Jr. también es inversor.

El presidente ha elogiado en varias ocasiones a los gemelos, describiéndolos como modelos inteligentes de alto coeficiente intelectual.

Trump dijo en un acto en la Casa Blanca: “Tienen buena apariencia, tienen talento y mucho efectivo”.

Pero Gemini Trust tiene problemas legales.

En diciembre de 2020, Gemini y otra empresa, Genesis Global Capital, acordaron ofrecer a los clientes de Gemini la oportunidad de prestar sus activos cripto a Genesis. A su vez, Genesis prestaba estos activos a participantes mayores.

Genesis pagaba intereses a los clientes, quienes podían retirar sus activos en cualquier momento, y Gemini recibía una comisión por actuar como intermediario. Gemini promocionó el programa como una forma de que los titulares de cuentas ganaran hasta un 8% de interés.

Peter Chen, científico de datos de San Diego, dijo en una entrevista que confiaba lo suficiente en Gemini como para entregar más de 70,000 dólares. Dijo: “Me dieron la impresión de que eran limpios, cumplían las reglas y estaban entre las empresas cripto más reguladas”.

Luego, a finales de 2022, Genesis, al borde de la quiebra, congeló las cuentas de 230,000 clientes, incluida la de Peter Chen.

Una abuela de 73 años suplicó a Gemini que le devolviera los 199,000 dólares de sus ahorros de toda la vida. “Sin ese dinero estoy acabada”, escribió.

Genesis llegó a un acuerdo de 2 mil millones de dólares con Nueva York en mayo de 2024, y los clientes finalmente recuperaron su dinero. Gemini también llegó a su propio acuerdo con el estado, comprometiéndose a pagar hasta 50 millones de dólares para cubrir cualquier pérdida restante si fuera necesario. Niega haber actuado mal y culpa del desastre a Genesis, señalando que finalmente ningún cliente perdió dinero.

Pero la SEC también demandó a ambas empresas, acusándolas de vender criptomonedas sin registrarse. En redes sociales, Tyler Winklevoss calificó la demanda de “una multa de estacionamiento inventada”.

Genesis llegó a un acuerdo, pero Gemini siguió luchando hasta que en abril de este año la SEC congeló el caso para buscar un acuerdo. En septiembre, la agencia reveló que había llegado a un acuerdo con Gemini, pero aún requiere la aprobación de los comisionados.

La SEC informó al juez federal principal que el acuerdo “resolverá completamente esta demanda”.