¿La blockchain desarrollada por Google cuenta como una Layer1?

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¿Google realmente construirá una blockchain pública, sin permisos y completamente abierta?

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Foresight News

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Foresight News: Según la descripción oficial, GCUL (Google Cloud Universal Ledger) está diseñado como una plataforma de libro mayor distribuido "de alto rendimiento, neutral y confiable, y compatible con contratos inteligentes en Python", que actualmente se encuentra en fase de testnet privada y cuyo principal público objetivo son las instituciones financieras. Google Cloud enfatiza que el objetivo de GCUL no es reinventar la moneda, sino resolver la fragmentación, los altos costos y la baja eficiencia de los sistemas financieros tradicionales mediante la actualización de la infraestructura. Admite transferencias y liquidaciones de múltiples monedas y activos, y cuenta con capacidades de pagos programables y gestión de activos digitales. GCUL se ofrece como un servicio API, destacando su facilidad de uso, flexibilidad y ventajas en cumplimiento normativo, especialmente en aspectos como la verificación KYC y el despliegue privado. En marzo de 2025, Google Cloud ya ha iniciado un piloto en colaboración con CME Group de Chicago para explorar aplicaciones en pagos mayoristas y tokenización de activos. El CEO de CME, Terry Duffy, señaló que GCUL podría mejorar la eficiencia en la gestión de colaterales y liquidación de márgenes bajo la "tendencia de trading 24/7", mientras que Rohit Bhat, gerente general de servicios financieros de Google Cloud, enfatizó que este piloto es "un caso típico de transformación de negocios tradicionales mediante infraestructura moderna". En el ámbito blockchain, Layer1 suele referirse a blockchains públicas como Ethereum o Solana, cuyas características principales son la descentralización, la ausencia de permisos y la transparencia pública, permitiendo que cualquier usuario participe libremente como validador, realice transacciones o despliegue contratos inteligentes, con datos completamente públicos en la cadena. En contraste, una blockchain de consorcio (Consortium Blockchain) es un libro mayor distribuido con permisos, mantenido por organizaciones o instituciones específicas, con acceso y nodos controlados; ejemplos típicos incluyen Hyperledger Fabric y AntChain. Las ventajas de las blockchains de consorcio son el cumplimiento normativo y el mejor rendimiento, pero sacrifican apertura y resistencia a la censura. Según la información pública disponible, GCUL se ajusta más al modelo de blockchain de consorcio: opera en una red "privada y con permisos", con nodos y permisos controlados por una entidad gestora; su público objetivo son instituciones financieras, no la participación libre del público; su diseño enfatiza la verificación KYC y el cumplimiento normativo; y la infraestructura subyacente es mantenida de forma centralizada por Google Cloud. Aun así, Google insiste en llamarla "Layer1", destacando su "neutralidad confiable" y "neutralidad de infraestructura", intentando difuminar narrativamente los límites entre blockchain pública y de consorcio para lograr una mayor aceptación. Existen opiniones divididas en la industria sobre la posición de GCUL. Liu Feng, socio de BODL Ventures, considera que GCUL se ajusta más a las características de una "blockchain de consorcio", siendo esencialmente diferente de una blockchain pública descentralizada y sin permisos. Omar, socio de Dragonfly, señala que Google anteriormente describía GCUL de manera ambigua, pero ahora claramente se inclina narrativamente hacia "Layer1", aunque los detalles técnicos aún no se han hecho públicos. Mert, CEO de Helius, afirma que GCUL sigue siendo esencialmente un sistema "privado y con permisos", completamente diferente de una blockchain pública abierta. Sin embargo, algunos creen que GCUL podría representar una "innovación progresiva". El piloto entre Google y CME Group muestra que las instituciones tienen necesidades reales para libros mayores distribuidos en escenarios como liquidaciones y gestión de colaterales. Si GCUL logra integrar eficazmente la capacidad tecnológica de Google y la experiencia en cumplimiento financiero, podría encontrar un camino intermedio práctico entre las finanzas tradicionales y la blockchain. Este modelo, aunque no sea el ideal descentralizado, podría convertirse en un puente clave para la adopción de la tecnología blockchain en el sector financiero.