El presidente Donald Trump advirtió el domingo que Estados Unidos sería “completamente destruido” sin los ingresos provenientes de los aranceles. Hizo estas declaraciones en una encendida publicación en Truth Social tras un fallo judicial importante que anuló elementos clave de su política comercial.
En una decisión de 7-4, la Corte de Apelaciones de Estados Unidos para el Circuito del Distrito de Columbia dictaminó que Trump había excedido su autoridad al declarar una emergencia nacional para imponer aranceles sobre cientos de miles de millones de dólares en importaciones. Los jueces aclararon que, bajo la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA), el presidente no tiene la facultad de imponer aranceles generales y amplios; esa autoridad recae en el Congreso.
El fallo representa uno de los reveses legales más significativos para la agenda económica de Trump, que ha dependido en gran medida de los aranceles desde su regreso a la Casa Blanca en enero de 2025. Si bien estas medidas han generado ingresos récord, también han tensionado las relaciones de Estados Unidos con socios comerciales clave.
Los aranceles existentes permanecerán vigentes hasta el 14 de octubre, dando tiempo a la administración para presentar una petición ante la Corte Suprema. Si el máximo tribunal confirma la decisión, el gobierno podría verse obligado a devolver miles de millones de dólares ya recaudados de los importadores.
Trump apela y defiende los aranceles como clave de la fortaleza de EE.UU.
Trump, quien reaccionó rápidamente a la decisión del tribunal en X, dijo que equivalía a un “fallo de la izquierda radical” que, en su opinión, no solo destruiría la economía estadounidense sino que también socavaría la fortaleza militar.
Advirtió que si los aranceles eran anulados, el país enfrentaría años, e incluso décadas, de esfuerzos de reconstrucción. Según él, el fallo representaba un retroceso peligroso que podría despojar a Estados Unidos de una de sus herramientas más efectivas para proteger los intereses nacionales.
Enfatizó que estaba luchando para preservar las protecciones arancelarias, que describió como centrales en su visión económica. Trump sostuvo que los aranceles ya habían salvado industrias estadounidenses clave, generado ingresos críticos para el gobierno y proporcionado poder de negociación frente a gobiernos extranjeros. Argumentó que eliminarlos dejaría a EE.UU. vulnerable económica y estratégicamente, reforzando su compromiso de defender la política en los tribunales.
Trump usará los aranceles para abordar la deuda
A pesar del revés legal, la recaudación por aranceles se ha disparado en los últimos dos años. Datos del Tesoro muestran que los ingresos aumentaron de 17.4 mil millones de dólares en abril a 29.6 mil millones en julio, con una recaudación total para el año fiscal que alcanzó los 183.1 mil millones a fines de agosto. A este ritmo, EE.UU. igualará la recaudación total de aranceles del año pasado en solo cinco meses.
Scott Bessent, el secretario del Tesoro, dijo que la administración podría usar parte de los ingresos para reducir la deuda nacional, que asciende a casi 37.2 billones de dólares. También insinuó que los aranceles podrían ser un crédito para los contribuyentes estadounidenses.
“Creo que en algún momento vamos a poder hacerlo”, dijo Bessent a CNBC en agosto. “Estamos absolutamente enfocados en pagar la deuda”.
Bessent también sugirió que las estimaciones de ingresos podrían ajustarse al alza desde la estimación actual de 300 mil millones para el año, pero no quiso dar una nueva cifra.
La decisión llega mientras Washington sigue profundamente dividido sobre el gasto público, la recaudación de impuestos y la reducción de la deuda. Los partidarios de los aranceles de Trump los ven como un medio poco común para recaudar dinero sin aumentar los impuestos internos. Los críticos dicen que los aranceles son un impuesto invisible sobre los consumidores y las empresas que encarece todo, desde la electrónica hasta los alimentos.
Economistas afirman que la decisión de la Corte Suprema podría remodelar la política comercial de EE.UU. Si los aranceles se invalidan, el gobierno podría perder una fuente crucial de ingresos y los importadores podrían exigir miles de millones en reembolsos.
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