Las instituciones venden BTC y ponen el ojo en Ethereum

Bitcoin oscila por debajo de los $111,000, atrapado entre la incertidumbre macroeconómica y señales técnicas desfavorables. Mientras los inversores analizan los próximos indicadores que probablemente guiarán la política monetaria de EE.UU., la presión se intensifica. Las salidas de capital institucional, las tensiones en productos derivados y los indicadores de sentimiento debilitados aumentan la desconfianza. El mercado se congela en la anticipación, expuesto a una volatilidad latente.

Soporte en $108,000 puesto a prueba

Desde su fuerte caída por debajo de los $111,000 el pasado viernes, Bitcoin ha estado oscilando dentro de un rango estrecho del 2,3 %, señalando una clara desaceleración en el impulso alcista.

Si bien esta inercia coincide con el cierre de los mercados regulados por el Día del Trabajo en Estados Unidos, no oculta señales más profundas de fragilidad técnica.

De hecho, posiciones largas apalancadas por un valor de $390 millones podrían ser liquidadas si el precio de BTC cae por debajo de los $107,000, un nivel que ahora se observa de cerca. La plataforma CoinGlass confirma que estas posiciones son particularmente vulnerables a una nueva corrección.

Las señales técnicas recientes ilustran esta presión creciente sobre soportes críticos:

• La prima anualizada de los contratos de futuros de Bitcoin a 30 días es actualmente del 7 %, un nivel neutral entre el 5 % y el 10 %, sin mejoras respecto a la semana anterior;

• El mercado de opciones de Deribit muestra una prima del 7 % en las opciones de venta (puts) en comparación con las de compra (calls), típico de un sentimiento bajista sostenido;

• El pasado viernes se registraron salidas netas de $127 millones en ETFs spot de Bitcoin, señalando desinterés institucional;

• Bitcoin se ha descorrelacionado del oro, que ha subido un 2,1 % desde el viernes, reforzando la idea de un debilitamiento en su rol de cobertura.

Así, la ausencia de impulso alcista, combinada con una cautela manifiesta en los mercados de derivados, alimenta una desconfianza creciente. Si la zona de los $108,000 se rompe, la estructura actual del mercado podría revelar un riesgo de desestabilización rápida, especialmente porque el capital institucional parece ya estar iniciando un retiro preventivo.

¿Hacia un reequilibrio a favor de Ether?

En este clima de nerviosismo, los movimientos de ciertas ballenas confunden aún más el panorama. De hecho, un inversor a largo plazo, que mantuvo posiciones en Bitcoin durante más de cinco años, ha comenzado un importante reposicionamiento estratégico.

El 21 de agosto, este actor vendió $4 mil millones en BTC a través de la plataforma descentralizada Hyperliquid, girando hacia Ether (ETH).

Nicolai Sondergaard, analista de Nansen, especifica que esta decisión refleja una forma de “rotación” de activos, en un contexto donde las altcoins, especialmente ETH, se benefician de una acumulación creciente por parte de actores corporativos. Este movimiento refuerza la hipótesis de una reasignación sectorial dentro del propio mercado cripto.

Al mismo tiempo, elementos exógenos amplifican la desconfianza en torno a Bitcoin. El rendimiento de los bonos del gobierno británico a 20 años ha alcanzado un pico sin precedentes desde 1998, señal de pérdida de confianza en las monedas fiduciarias y anticipación de tensiones inflacionarias.

Si bien estos datos conciernen principalmente a los mercados tradicionales, su efecto contagio no puede ser ignorado en un universo cripto cada vez más interconectado y vinculado a dinámicas macroeconómicas.

Esta conjunción de elementos crea una situación sin precedentes: las ballenas, tradicionalmente garantes de la estabilidad de BTC, están migrando hacia activos percibidos como más prometedores, mientras que los indicadores técnicos señalan una presión bajista creciente. En el corto plazo, los mercados estarán enfocados en el informe de empleo de EE.UU. que se publicará este viernes. Un debilitamiento del empleo podría servir como catalizador para los activos de riesgo, reforzando la anticipación de un inminente recorte de tasas por parte de la Fed. Sin embargo, a mediano plazo, el desplazamiento gradual de capital hacia Ether puede indicar una reconfiguración estructural de los equilibrios dentro del ecosistema cripto.