Bitcoin: Michael Saylor reacciona públicamente tras el polémico anuncio de MSCI

La comunidad cripto está en llamas tras el anuncio de que Strategy y otras empresas que poseen criptomonedas podrían ser excluidas de los principales índices bursátiles. Un movimiento de boicot está ganando fuerza. ¿Será JP Morgan el próximo objetivo de la revolución Bitcoin?

Una comunidad Bitcoin en ebullición

Las tensiones estallaron el domingo cuando MSCI, la empresa de índices anteriormente conocida como Morgan Stanley Capital International, anunció su intención de excluir a las empresas que tengan más del 50% de su balance en cripto. 

JP Morgan difundió esta información en una nota de investigación, convirtiéndose en el blanco de la ira de los bitcoiners.

Las reacciones no tardaron en llegar. Grant Cardone, inversor inmobiliario y defensor de Bitcoin, fue contundente. “Acabo de retirar 20 millones de dólares de Chase y los estoy demandando por mala conducta“, declaró en redes sociales. 

Max Keiser, otra figura icónica del ecosistema, fue aún más directo: “Derriben a JP Morgan y compren Strategy y BTC.“

El movimiento de boicot crece entre una comunidad que usualmente está fragmentada. Esta vez, la amenaza se cierne sobre Strategy, el líder mundial en tenencia institucional de bitcoin con 649.870 BTC a su nombre.

La empresa se unió al Nasdaq 100 en diciembre de 2024, lo que le permitió beneficiarse de flujos de capital pasivo. Hoy, esa posición está amenazada.

El asunto va mucho más allá del caso de Strategy. La exclusión de los índices MSCI obligaría a fondos y gestores de activos a vender automáticamente sus posiciones en estas empresas. Una venta masiva que podría sacudir todo el mercado cripto. Los analistas temen un efecto dominó en los precios de los activos digitales.

Michael Saylor contraataca ante las nuevas reglas

El fundador de Strategy no se quedó atrás. El viernes, Michael Saylor publicó una respuesta contundente en redes sociales. “Strategy no es un fondo, ni un fideicomiso, ni una holding“, afirmó. 

Luego explicó que su empresa “crea, estructura, emite y gestiona”, definiéndola como una “compañía de finanzas estructuradas respaldada por bitcoin”.

Esta distinción no es solo una cuestión semántica. Va al corazón del debate: ¿debería tratarse a Strategy como un vehículo de inversión pasiva o como una verdadera empresa operativa? 

Para Saylor, la respuesta es clara. Su modelo de negocio se basa en la acumulación estratégica de Bitcoin, financiada mediante la emisión de acciones preferentes que evitan la dilución de los accionistas históricos.

El cambio propuesto por MSCI coloca a estas empresas en una situación sin salida. O reducen sus tenencias de cripto por debajo del umbral del 50% para mantener la elegibilidad en los índices, o pierden el acceso a los flujos de capital institucional. 

Algunas, como Bitmine, Metaplanet o Upexi, ya ven caer su ratio de valor neto de activos por debajo del nivel crítico, comprometiendo su capacidad de recaudar fondos.

Aun así, Strategy parece mantenerse firme. A pesar de que su acción se redujo a la mitad desde su pico de $474, la empresa incluso aceleró sus compras de bitcoin. A mediados de noviembre, adquirió 8.178 BTC por 835 millones de dólares. Saylor afirma que su empresa está “diseñada para soportar una caída del 80 al 90% y seguir operando”.

Un punto de inflexión para la adopción institucional de Bitcoin

Esta crisis revela una paradoja fascinante. Por un lado, Strategy podría unirse al S&P 500 tan pronto como en diciembre según varios analistas, con una probabilidad del 70% según 10X Research. Sería la primera vez en la historia para una empresa centrada en Bitcoin. 

Por otro lado, las organizaciones de índices buscan excluir a estas mismas empresas de sus rankings tradicionales.

Las finanzas institucionales aún dudan. Quieren reconocer a Bitcoin como un activo legítimo pero se resisten a aceptar plenamente a las empresas que lo convierten en su núcleo. JP Morgan incluso está explorando créditos respaldados por Bitcoin. 

S&P Global Ratings incluso ha asignado una calificación “B-” a Strategy, un hecho inédito para este tipo de empresa. Estas señales contradictorias ilustran una transición caótica hacia un nuevo paradigma financiero donde Bitcoin va encontrando su lugar poco a poco, sin que los actores tradicionales sepan aún exactamente cómo regularlo.