Cómo el fallido acuerdo de Luminar con Volvo ayudó a llevar a la empresa a la bancarrota

A principios de 2023, Luminar estaba en su mejor momento. Tras salir a bolsa durante la pandemia y conseguir un acuerdo clave con Volvo, la empresa había sumado a Mercedes-Benz y Polestar como clientes de sus sensores lidar “salvavidas”. El fundador y CEO Austin Russell lo llamó un “punto de inflexión”, ya que Luminar se preparaba para integrar esos sensores en los primeros vehículos de producción.

Volvo, en particular, apostaba todo por la tecnología. El fabricante sueco de automóviles, que pasó décadas construyendo una marca en torno a la idea de fabricar los autos más seguros, fue el primero en integrar los sensores basados en láser en sus vehículos. Inicialmente, Volvo eligió a Luminar para proveer 39.500 sensores lidar durante la vigencia de un acuerdo firmado en 2020. En 2021, Volvo aumentó ese número a 673.000. Y en 2022, Volvo lo incrementó nuevamente, esta vez a 1,1 millones de sensores.

Tres años después, Luminar está ahora en bancarrota. La empresa ya ha llegado a un acuerdo para vender una subsidiaria centrada en semiconductores y busca vender su negocio de lidar durante el proceso de Capítulo 11, que comenzó el lunes.

El primer lote de documentos presentados en el caso de bancarrota arroja nueva luz sobre cómo se desmoronó el acuerdo fundamental de Luminar con Volvo —y cómo su ruptura ayudó a empujar a la prometedora startup al borde del abismo.

Grandes promesas, luego grandes revisiones

Luminar realizó “inversiones sustanciales por adelantado en equipamiento, instalaciones y personal” para satisfacer la demanda de Volvo en 2022, según una declaración escrita por Robin Chiu, el nuevo director de reestructuración de Luminar. Construyó una planta de fabricación en Monterrey, México, y gastó casi 200 millones de dólares para prepararse para fabricar sus sensores lidar Iris para el SUV EX90 de Volvo.

Pero, según Chiu, ya había problemas con Volvo. El fabricante de automóviles retrasó el EX90 porque necesitaba hacer más “pruebas y desarrollo de software”, según dijo la automotriz en 2023. Y a principios de 2024, Luminar afirma que Volvo redujo su volumen esperado de sensores Iris en un 75%. (Volvo no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios).

Los otros acuerdos de Luminar también empezaron a deteriorarse. Polestar (una subsidiaria de Volvo) abandonó silenciosamente la integración de los sensores lidar de Luminar “porque el software del vehículo finalmente no podía utilizar” las funciones, según Chiu. Mercedes-Benz rescindió su acuerdo para comprar los sensores Iris de Luminar en noviembre de 2024 porque el fabricante de lidar “no cumplió con los requisitos ambiciosos”, según Chiu.

(Mercedes-Benz firmó un nuevo acuerdo con Luminar en marzo de 2025 para su Halo lidar de próxima generación, pero Chiu escribió que Luminar no tiene “proyectos a futuro” con el fabricante alemán al momento de la bancarrota.)

Esto dejó a Luminar con Volvo como su único cliente insignia.

La empresa nunca se diversificó mucho más allá de la industria automotriz, dejando de lado otras aplicaciones como defensa o robótica. De hecho, Russell fundó Luminar en 2012 con el objetivo de sacar el lidar de esos sectores y llevarlo al automotriz para ayudar a acelerar la adopción de vehículos autónomos.

No fue hasta marzo de este año que Russell habló de expandirse más allá del sector automotriz, cuando firmó un acuerdo con la empresa de maquinaria de construcción Caterpillar. Apenas dos meses después, Russell renunció abruptamente tras una investigación ética del directorio de Luminar.

Más malas noticias

Según Chiu, Volvo seguía prometiendo que cumpliría el pedido de por vida de 1,1 millones de unidades a pesar de la reducción de volumen en 2024. Así que Luminar siguió adelante bajo esa suposición.

Pero ya se notaban signos de estrés. Luminar despidió al 20% de su personal en mayo de 2024 y tercerizó más la fabricación de sus sensores lidar. Profundizó esos recortes y reestructuró parte de su negocio en septiembre de 2024. Otra ronda de despidos llegó en mayo de 2025 tras la renuncia de Russell.

En septiembre, “Volvo trajo más malas noticias”, escribió Chiu. El fabricante decidió ofrecer el lidar como opción en el EX90 de ahora en adelante, en vez de hacerlo una característica estándar como se había planeado originalmente. Volvo también le dijo a Luminar que dejaría de lado el lidar en futuros vehículos “como una medida de reducción de costos”.

“Este cambio redujo los volúmenes estimados de por vida de Volvo en aproximadamente un 90%”, escribió Chiu.

Luminar le informó a Volvo el 3 de octubre que consideraba esto una violación del acuerdo que ambas empresas habían firmado en 2020. El 31 de octubre, la disputa se hizo pública, cuando Luminar informó a los accionistas en una presentación regulatoria que suspendía los envíos de sensores a Volvo. Dos semanas después, el fabricante sueco envió una carta a Luminar rescindiendo el acuerdo.

Luminar había comenzado a vender sensores lidar destinados a Volvo “a mercados adyacentes en un esfuerzo por recuperar sus costos hundidos”, según la presentación de Chiu, pero fue demasiado poco y demasiado tarde.

“A medida que su relación con Volvo se deterioraba, [Luminar] trabajó incansablemente para identificar nuevos clientes, pero finalmente no pudo entrar en producción con ningún cliente nuevo a tiempo”, escribió Chiu. “La disputa pública con Volvo también resultó en una caída de las ventas debido a preocupaciones más amplias del mercado sobre el futuro financiero de Luminar.”

Ahora el futuro de lo que queda de Luminar está en manos de sus acreedores y del tribunal. Busca la aprobación del juez para vender la subsidiaria de semiconductores a Quantum Computing, Inc. por 110 millones de dólares, y espera atraer a varios postores para el negocio de lidar.

Luminar ya ha recibido un interés significativo en el negocio de lidar, según la presentación. En enero, escribió Chiu, Luminar contrató al banco de inversión Jefferies para evaluar una venta tras recibir una “propuesta de adquisición no solicitada”. Luminar recibió “expresiones adicionales de interés no solicitadas para adquirir la empresa” durante el verano y el otoño —incluida una presentada por Russell a través de su nuevo laboratorio de IA en octubre.

Como informó TechCrunch el lunes, Russell planea seguir pujando por los restos de Luminar a medida que avance el caso de bancarrota.