¡3,3%! El crecimiento económico de Estados Unidos fue revisado al alza, y los datos de solicitudes iniciales siguen siendo sólidos

La economía de Estados Unidos se expandió en el segundo trimestre a un ritmo ligeramente más rápido que la estimación inicial, gracias a la recuperación de la inversión empresarial y al gran impulso proporcionado por el comercio.

Según la segunda estimación publicada el jueves por la Oficina de Análisis Económico, el Producto Interno Bruto (PIB) ajustado por inflación —el indicador que mide el valor de los bienes y servicios producidos en Estados Unidos— creció a una tasa anualizada del 3,3%. En comparación, el informe preliminar había reportado un aumento del 3%.

Las exportaciones netas contribuyeron con casi 5 puntos porcentuales al PIB, marcando un récord histórico, mientras que en los primeros tres meses del año, las exportaciones netas habían lastrado el PIB. Los bienes y servicios no producidos en Estados Unidos se restan del cálculo del PIB, pero se contabilizan al momento del consumo.

Tras experimentar la primera contracción trimestral desde 2022 (debido a que las empresas importaron bienes antes de un aumento de aranceles), el PIB logró revertir la tendencia. De cara al futuro, se espera que la economía se expanda a un ritmo moderado a medida que consumidores y empresas se adapten a las políticas comerciales del presidente estadounidense Trump.

Otro indicador clave de la actividad económica —el Ingreso Interno Bruto (GDI)— se disparó un 4,8% en el segundo trimestre, tras un crecimiento anualizado del 0,2% en el primer trimestre. El PIB mide el gasto en bienes y servicios, mientras que el GDI mide los ingresos y costos generados por la producción de esos mismos bienes y servicios.

Los datos del GDI incluyen las ganancias empresariales, que tras registrar la mayor caída desde 2020 en los primeros tres meses del año, crecieron un 1,7% en el segundo trimestre. Para las empresas estadounidenses, decidir entre subir precios o absorber costos frente a los aranceles se ha convertido en una cuestión clave para las perspectivas económicas de 2025.

Otro informe publicado simultáneamente muestra que el número de estadounidenses que solicitó subsidio por desempleo la semana pasada disminuyó levemente, lo que indica que, pese a la incertidumbre económica, los empleadores siguen reteniendo a sus empleados actuales.

En la semana que terminó el 23 de agosto, las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo disminuyeron en 5.000, situándose en 229.000, por debajo de las 230.000 esperadas;las solicitudes continuas también bajaron a 1,95 millones en la semana anterior.

El analista Giuseppe Dellamotta señaló que estos datos muestran un desempeño sólido, especialmente considerando la revisión a la baja en las solicitudes continuas. Los datos de solicitudes de subsidio por desempleo siguen evidenciando la resiliencia del mercado laboral. Ahora, el foco del mercado se desplazará hacia el subíndice de empleo del ISM, los datos de empleo privado de ADP y el informe de empleo no agrícola de Estados Unidos.

Hasta ahora, las empresas han evitado despidos masivos, pero ya han reducido el ritmo de contratación. Al mismo tiempo, el elevado número de solicitudes continuas indica que los desempleados tardan más en encontrar trabajo.

Las señales de enfriamiento en el mercado laboral se han convertido en el centro de atención de los funcionarios de la Reserva Federal. Los inversores esperan que, tras las declaraciones del presidente de la Reserva Federal, Powell, en la conferencia anual de Jackson Hole la semana pasada, donde afirmó que “los riesgos a la baja para el empleo están aumentando” y dejó abierta la puerta a recortes de tasas, la Reserva Federal reduzca las tasas de interés en la reunión de política monetaria del próximo mes.